Hace exactamente 30 años, un 1 de Agosto de 1983, salía a la venta un juego mítico para la fantástica Sinclair ZX Spectrum: MANIC MINER.
Un adolescente británico llamado Matthew Smith, su creador, creó escuela con este programa. Manic Miner fue pionero en el concepto de juegos de plataforma. En cada uno de los 20 niveles, el mineroWilly debe recoger llaves que le permiten pasar al siguiente nivel. Algo que parecía simple, pero no lo era.
Lista de niveles de Manic Miner:
- Central Cavern
- The Cold Room
- The Menagerie
- Abandoned Uranium Workings
- Eugene's Lair
- Processing Plant
- The Vat
- Miner Willy meets the Kong Beast
- Wacky Amoebatrons
- The Endorian Forest
- Attack of the Mutant Telephones
- Return of the Alien Kong Beast
- Ore Refinery
- Skylab Landing Bay
- The Bank
- The Sixteenth Cavern
- The Warehouse
- Amoebatrons' Revenge
- Solar Power Generator
- The Final Barrier
Manic Miner era 100% compatible con la computadora Timex Sinclair 2068.
Para obtener vidas infinitas bastaba colocar en el listado cargador BASIC luego de la carga del código principal el comando "POKE 35136,0" para luego iniciar con "RANDOMIZE USR 32768".
Alan Maton, gerente de Bug-Byte Software, quería un juego similar en concepto a ‘Donkey Kong’ (Nintendo, 1981), un enorme éxito en las salas de videojuegos. Matthew sugirió, entonces, uno con ocho o —tal vez, incluso— 16 pantallas, un título de plataformas que no se había intentado hacer antes para máquinas de 8 bits, al menos no con pantallas de diseño fijo. Nadie pensó que aquello fuera a funcionar.
Utilizando un TRS-80 Model III con color y sonido, Matthew logró diseñar 16 pantallas que, poco después, se convertirían en cuatro más, encontrando la manera de terminar a mediados de 1983 con 20 diseños fijos. Programó rutinas base de código para el motor del juego y, también, introdujo rutinas especiales para eventos particulares en cada pantalla, pero siempre intentando huir de generar un clon o una conversión casi calcada de otros juegos, únicamente creado código original para Spectrum, meditando y calculando minuciosamente cada una de las líneas.
Manic Miner tuvo éxito por varias razones, pero principalmente por dos: primero, cada pantalla se diseñó cuidadosamente para que sólo hubiera una o, quizás, dos formas de pasarla: un paso en falso nos llevaba de vuelta al principio. En segundo lugar, era muy divertido y demostraba que los enemigos podían no tener aspecto amenazador.
Tuvo dos secuelas oficiales: Jet Set Willy y Jet Set Willy 2.
Pero de esos juegos, hablaremos a su debito momento...
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